Admirando a la chica de mis sueños [Elena]

No era precisamente del tipo que suele acosar a una chica, no, en realidad podrìa considerarme todo un caballero. Creo que era aquello que Damon llamaba de mi, la parte aburrida. Sin embargo, hasta ahora no habìa encontrado mujer sobre la tierra a la que no la trataran con un mìnimo de respeto y galanterìa.

Pero a pesar de lo que mi hermano pensara, no siempre estaba de humor para esa faceta de la que tanto gustaba burlarse. Esa noche verìa a Elena y me permitì hacer algo que no habìa intentado antes. Lleguè a su casa con bastante tiempo de anticipaciòn y en lugar acudir a su puerta, subì por el àrbol que estaba cercano a su ventana con el solo proposito de observarla.

Podrìa sonar un tanto acosador o quizà pervertido, pero habìa algo en ella que siempre disfrutaba en observar. Quizà era su belleza o tal vez su sencillez o quizà al final entendìa que por fin, despuès de muchos años con pesar en el corazòn, ella le habìa conferido nueva luz a mi existencia...

Ahora la miraba con una sonrisa en los labios al verla indecisa en que ponerse para salir conmigo. Me daban ganas de gritarle "Lo que sea!", pues siempre lucìa radiante, pero era imposible, pasaba de una blusa a otra en tanto que ya llevaba unos jeans ajustados. De pronto, pareciò notar que le observaban y me movì algunas ramas arriba y cuando supuse ya habrìa pasado el "peligro", volvì a posiciòn para mirarla. En el momento justo, harìa mi apariciòn.

Había quedado con Stefan, la verdad es que me agradaba estar con él.
Una parte de mi sentía que estaba bien enamorarse de nuevo, después de lo de mis padres, con él sentía que podría ser de nuevo feliz.
Así pues abrí mi armario, y me dirigí a ver que ropa debería ponerme, no quería parecer ni muy escandalosa, ni muy sencilla, quería estar radiante.
Al final decidí ponerme unos jeans ajustados, y alguna camiseta con escote, pero no demasiado exagerado.
En aquel momento escuché las ramas del árbol, al decir verdad me asusté, pero luego lo deje estar, quería terminar de peinarme antes de que Stefan llegará.

Parece que por fin se habìa decidido que vestir y continuè vièndola pasear de un lado a otro, creo que era tiempo de hacerme visible.

Urgaba en su armario y yo, mientras tanto, aprovechè para entrar en su habitaciòn.Mientras se iba cambiando yo la iba viendo desde atras. No se habia dado aun cuenta de mi presencia aunque la habia notado asustada con el ruido del crujir de las ramas

Me di la vuelta para dirigirme hacía el cuarto de baño, cuando derrepente vi a Stefan. Sobresaltada deje escapar un leve grito.
-Stefan, me has asustado-Reí, mientras contemplaba su dulce sonrisa.
-No esperaba que llegaras tan pronto, pero me alegra el ver que estas aquí- me acerqué hacía él para poder besarle.

Dibujè una gran sonrisa en cuanto me descubriò. Saltò un poco del susto y me hizo reìr un poco màs.
-No era mi intencion asustarte.
Caminè lentamente hasta ella y rodeè su cintura con los brazos, llevando mis labios a encontrarse suavemente con los suyos.
-es divertido espiarte por la ventana y verte elegir una blusa sòlo por mi.
Reì un pocoante lo que habìa presenciado antes de entrar a su cuarto.

Me quedé contemplando su hermoso rostro, su encantadora sonrisa, y su adorable risa. Me encantaba tener a Stefan cerca, hacía que me sintiera protegida, a demás que me quitaba todas las preocupaciones que sentía con solo mirarle.
-Se que no ha sido tu intención- Le sonreí pasandole una de mis manos dulcemente por su cara.
Cuando se acercó a mi, note sus brazos por mi cintura, eso hizo estremecerme, ya que hechaba de menos el no pasar demasiado tiempo juntos. Después el beso fue magnifico, ya que hacía varios dias que no notaba sus labios sobre los mios, no quería despegarme de él pero tuve que hacerlo.Respiré y continué hablandole.
- ¿A si? Con que es divertido el espiarme...-Reí-tendré que probarlo yo alguna vez- Dije dulcemente, mientras que le miraba sonriendole.